Thursday, October 11, 2007

UMA POESIA DE TELLIER


CUENTO SOBRE UNA RAMA DE MIRTO

Jorge Tellier

Había una vez una muchacha
que amaba dormir en el lecho de un río.
Y sin temor paseaba por el bosque
porque llevaba en la mano
una jaula con un grillo guardián.
Para esperarla yo me convertía
en la casa de madera de sus antepasados
alzada a orillas de un brumoso lago.
Las puertas y las ventanas siempre estaban abiertas
pero sólo nos visitaba su primo el Porquerizo
que nos traía de regalo
perezosos gatos
que a veces abrían sus ojos
para que viéramos pasar por sus pupilas
cortejos de bodas campesinas.
El sacerdote había muerto
y todo ramo de mirto se marchitaba.
Teníamos tres hijas
descalzas y silenciosas como la belladona.
Todas las mañanas recogían helechos
y nos hablaron sólo para decirnos
que un jinete las llevaría
a ciudades cuyos nombres nunca conoceríamos.
Pero nos revelaron el conjuro
con el cual las abejas
sabrían que éramos sus amos
y el molino
nos daría trigo
sin permiso del viento.
Nosotros esperamos a nuestros hijos
crueles y fascinantes
como halcones en el puño del cazador.

CONTO DE UM RAMO DE MIRTA

Era uma vez uma moça
que adorava dormir no leito de um rio.
E sem temor passeava pelo bosque
porque levava na mão
uma jaula com um grilo guardião.
Para esperá-la eu me convertia
na casa de madeira de seus antepassados
erguida às margens de um cinzento lago.
As portas e as janelas sempre estavam abertas,
Porém nos visitava apenas o primo criador de porcos
que nos trazia de presente
preguiçosos gatos
que às vezes abriam seus olhos
para que pudéssemos ver passar por suas pupilas
cortejos de bodas caipiras.
O sacerdote havia morrido
e todo ramo de mirta murchava.
Tínhamos três filhas
descalças e silenciosas como a beladona.
Recolhiam ervas
e nos falavam para dizer
que um ginete as levaria
a cidades cujos nomes nunca conheceríamos.
Mas nos revelaram o conjuro
com o qual as abelhas
saberiam que éramos seus amos
e o moinho
nos daria trigo
sem permissão do vento.
Nós esperamos nossos filhos
cruéis e fascinantes
como falcões na mão do caçador.

1 comment:

Lia Noronha &Silvio Spersivo said...

Silvio: que linda história...nessa comovente poesia!
Bjin d ebom feriado prat i.